Déjanos contarte cómo, por qué y para qué nació Hammam Farasha. Déjanos contarte un sueño, nuestro sueño, nuestra pasión y de por qué estas ganas de vivir maravillosas aventuras nos llevaron por caminos llenos de increíbles sorpresas. Déjanos contarte…
Déjanos contarte, aunque seguramente ya sepas, que la vida no siempre es justa pero que a cambio te da siempre nuevas oportunidades. Déjanos contarte que gracias a esas oportunidades, conseguimos la fuerza, con nuevas ganas y energía, para descubrir una nueva forma de vivir la vida, viajar, descubrir nuevas sensaciones, otras culturas y, por qué no, otras maneras de mimarnos y de cuidarnos.
Y fue así que con la gran naturaleza curiosa descubrimos un Ritual milenario. Y fue así que a través de aventuras en países como Turquía, Egipto, Túnez y Marruecos nos llevaron a adentrarnos en el maravilloso mundo del Ritual del Hammam.
Dicen que los primeros en mimarse fueron los romanos y que fueron ellos los que inventaron el primer Spa, expresión del latín salus per aquam, y que puede traducirse como salud a través del agua. Y fue indudablemente a través de sus termas romanas cuando comenzó este Ritual. En primer lugar, los usuarios eran acompañados a un Apodyterium o vestuario donde depositaban la ropa y sus objetos personales y que eran vigilados por un esclavo. Posteriormente, eran dirigidos al Tepidarium que consistía en una habitación tibia que los preparaba para la siguiente a la que accedían posteriormente y que era llamada Laconimun o baño de vapor, lugar central y punto de reunión social y donde se efectuaba el ritual de higiene.
Muchos fueron los que adoptaron sus indudables beneficios. Los europeos los conocieron por sus contactos con los otomanos y en Europa oriental fueron populares durante la Era Victoriana. Las calles de la Córdoba musulmana albergaban más de 600 en su época de mayor esplendor. Pero lo que es seguro es que a través de los siglos sigue evolucionando para adaptarse igual que un experto escoge los mejores ingredientes para mezclarlos y obtener el mejor de los resultados.
Si alguna vez has tenido la oportunidad de sentir sus beneficios, sabrás de lo que hablamos al recordarte lo bien que sienta desprenderse de todas tus células innecesarias para que tu piel respire libremente. Seguro que me entiendes. Y es esa sensación de renovación la que queremos que descubras a través del Ritual del Hammam.
Y es por eso el nombre de Hammam Farasha. Farasha significa mariposa. Es su fonética en árabe. Y la mariposa es metamorfosis, es dejar atrás una piel que ya no nos sirve, que nos impide volar. Es renovación, es libertad. Es transformación, es cambio es oportunidad, es renacer.