5 cuidados esenciales tras la exfoliación
La exfoliación es uno de los gestos más importantes del cuidado de nuestra piel. Nos libera de lo que ya no sirve, retira suavemente las células muertas y deja que la piel respire con más libertad. Por eso es tan importante los cuidados después de la exfoliación.
Tras este proceso de renovación, la piel queda más receptiva y vulnerable. Por eso, el cuidado posterior es tan importante como la exfoliación misma. Si sabemos tratarla con suavidad y atención, el resultado será una piel más luminosa, sana y profundamente equilibrada.
En Spa Hammam Farasha lo vemos cada día: tras la exfoliación con el jabón negro y el guante de kessa, la piel se transforma. Y también se merece unos cuidados especiales. Aquí comparto contigo cinco consejos esenciales para cuidar tu piel después de exfoliarla, ya sea que lo hagas en casa o después de un ritual completo en el hammam.
1. Nutre con aceites naturales puros
Después de exfoliar, la piel está especialmente permeable: es el mejor momento para nutrirla con aceites naturales ricos en antioxidantes y vitaminas. En nuestro spa usamos aceites de almendra dulce, pepita de uva, soja o coco, que suavizan, hidratan y devuelven elasticidad sin obstruir los poros.
Aplicarlos con movimientos lentos hará que penetren y nutran la piel profundamente. El tacto importa tanto como el producto.
2. Evita productos agresivos o con fragancia artificial
Es común querer aplicar cremas “refrescantes” o lociones perfumadas después de una exfoliación, pero muchos de esos productos contienen alcohol o perfumes sintéticos que pueden irritar la piel recién expuesta.
Opta por fórmulas limpias, sin parabenos ni fragancias fuertes. Incluso un hidrolato puro (como agua de azahar o lavanda) puede ser suficiente para tonificar y calmar, sin agredir.
3. Protege la piel del sol durante al menos 24 horas
Aunque tu piel se sienta suave y reluciente, también está más sensible al sol. Evita la exposición solar directa al menos durante el día posterior a la exfoliación, especialmente si ha sido profunda o con vapor caliente.
Y si sales, aplica un protector solar físico y natural, y permanece en los espacios con sombra. Tu piel recién renovada te lo agradecerá con creces.
4. Permite que respire sin exceso de productos
Muchas veces creemos que más es mejor, pero después de exfoliar, el exceso de cosméticos puede saturar o irritar la piel. A veces, lo más sabio es simplemente dejarla respirar.
Una bruma suave, un aceite vegetal y nada más. El mimo también es un tratamiento.
5. Usa ropa suave y ligera
Después de exfoliarte, tu piel está más sensible al roce. Evita tejidos sintéticos, ajustados o con costuras duras. Elige ropa suelta, de algodón o lino, que permita que tu piel respire y siga absorbiendo los beneficios del tratamiento.
Lo que toca tu piel en ese momento debe estar alineado con el mimo que acaba de recibir.
Una piel cuidada con respeto es una piel que florece
En Spa Hammam Farasha, cada ritual está pensado como un acto de amor: desde la exfoliación tradicional con jabón negro hasta la hidratación final con aceites naturales y aromas envolventes. Sabemos que después de retirar lo viejo, lo más importante es acompañar con suavidad lo nuevo que emerge.
Tu piel es tu templo. Trátala con la misma reverencia con la que cuidarías un jardín recién florecido.
¿Quieres vivir la experiencia completa del hammam? Te esperamos con el cuidado justo que tu piel se merece. Reserva tu Ritual y luce una piel perfecta.
NOTA INFORMATIVA
«Los contenidos incluidos en esta sección ofrecen información con un objetivo divulgativo. SPA HAMMAM FARASHA no pretende en ningún caso posicionarse sobre su idoneidad ni promover expresamente su uso.»