Kaftán o Caftán, que es y para que se utiliza.
Donde nacio el Kaftán
El termino Kaftán o Caftán hace referencia a una prenda larga, holgada, de manga abierta y escote que simplemente se desliza por el cuerpo sin ningún tipo de cierre.
Sus raíces nos llevan a Persia y posteriormente se extendió por todo el territorio Otomano y Marruecos llegando incluso hasta el antiguo Al-Ándalus. Se trata de una prenda unisex que por aquel entonces eran muy sencillas, salvo en las grandes esferas de los sultanes, los cuales las preferían adornadas con brocados, estampados e hilos de oro.
Los Kaftanes eran bordados a menudo por delante y por las mangas, pero estaban sujetos a un estricto orden jerárquico en cuanto a colores, adornos y bordados, que se elegían de acuerdo con el rango de la persona que había de vestirlo.
La mayoría de los tejidos fueron confeccionados en Estambul y en Bursa (Turquía), pero algunos fueron importados desde lugares tan lejanos como India e incluso China. Los colores más usados fueron el «azul chino», el «rojo turco», el violeta y el amarillo azafrán.
Kaftán marroquí.
Marruecos ha tenido un Kaftán autóctono estilizado y modificado por los sastres marroquíes. Fue la vestimenta de los lideres y posteriormente fue adoptado como prenda de uso tradicional.
Históricamente, existen numerosos estilos y diseños de kaftanes marroquíes, dependiendo de las ciudades, tales como Tetuán, Fez, Rabat, Sale y Marrakech. Pueden ser de brocado, terciopelo, seda y muchos otros tipos de telas.
En Marruecos los Kaftanes se han adaptado como trajes populares tanto para hombres como para mujeres. Los kaftanes pueden ser utilizados en ocasiones informales y formales, dependiendo de las telas con que están confeccionados y su estilo.
El Kaftán y las pasarelas de la Alta Costura.
Lo cierto es que los kaftanes habían quedado relegados a una mera anécdota o guiño excéntrico de viajeros y aventureros que los traían como souvenirs de sus viajes a África y Asia durante los siglos XIX y XX.
Fue el corte basado en la comodidad y su aire exótico lo que ayudó a que la prenda ganase popularidad en Occidente cuando en los años 60 diseñadores como Balenciaga o Dior los tomaron como referencia para algunos de sus diseños.
Fue, como decimos, cuando Christian Dior adaptó el estilo de los kaftanes tradicionales a sus batas femeninas de noche, cuando el público comenzó a verlos de otra forma. Y lo mismo ocurrió con Cristóbal Balenciaga, que con textiles ricos y estructurados convirtió el kaftán en uno de los vestidos del momento.
El Kaftán en la actualidad.
Hoy, la moda continúa con el kaftán a pie de calle y se ha convertido también en una forma de hacer frente al calor, ya no solo en el ámbito doméstico o en la playa. También es habitual encontrárselos en plena ciudad como atuendo diario. Una demostración más de su perdurabilidad, ya que pese a su antigüedad, sus atributos básicos permanecen prácticamente intactos.
Los diseños más actuales se han modernizado y aunque muchos de ellos conservan la tradicionalidad, se han ido mezclando con elementos occidentales.
Actualmente es una prenda que se adapta muy bien a todas las climatologías, especialmente si está confeccionado con tejidos naturales como el algodón, el lino o la seda.
Podemos llevar el Kaftán a la playa, a una fiesta o incluso a una boda. Su comodidad, elegancia y sencillez ha hecho que se adapte a cualquier situación.
En las tiendas nos podemos encontrar con numerosos diseños, desde los más clásicos y sencillos sin ningún tipo de adorno y completamente lisos pero que destacan por su comodidad hasta los más lujosos y elaborados. Con los accesorios apropiados podemos llevar un caftán sencillo para ir a la playa, pero también a una cena o a cualquier tipo de celebración.
Cuando vengas a realizar un Ritual a nuestro Spa Hammam Farasha podrás comprobar lo cómodos y bonitos que son nuestros Kaftanes. No veras el momento de quitártelo.
NOTA INFORMATIVA
«Los contenidos incluidos en esta sección ofrecen información relativa a terapias existentes explicadas por especialistas con experiencia en la materia con un objetivo divulgativo. HAMMAM FARASHA no pretende en ningún caso posicionarse sobre su idoneidad ni promover expresamente su uso.»